martes, 28 de agosto de 2007

Juguemos en el bosque, mientras el lobo no está.


¡Hola Gente Linda! Volví, el exceso de trabajo me tuvo un poco alejada de este lugar de encuentro. Pau me tuvo muy al tanto y, hasta dejó de ser la que dicta por unos días, para ser netamente la que escribe. ¿Será por eso que nos llaman parejas circulares en algunos lugares? Lo cierto es que acá estoy y bien contenta por el encuentro que se está gestando. Un grupo nuevo, con características diferentes y un sentido inicial que convoca desde nuestros hijos e hijas. Me gusta, veremos...

Les cuento que desde hacía mucho no me sucedía que no podía pasar por casa ni un ratito para almorzar con las nenas. Hoy me pasó, y me pasó que dormían anoche cuando volví de trabajar... Mil horas sin verlas despiertas, no se imaginan lo que las extrañé. Como si fuera poco, cuando llegué dormían una siesta tardía, reparadora de tanta plaza y café en la vereda de un bar con Pau. ¡Cuándo se despertaron! Hasta las vi más grandes, me las comí a besos y compartimos un rato de juegos. Es extrañamente maravillosa la vida con ellas. Ahora me toca un largo rato de Pau: charlar, contarnos cosas tranquilas, mimarnos... A veces, la felicidad tan prolongada, mete miedo, de todos modos, no impide el disfrute.

lunes, 27 de agosto de 2007

A SANTI, ABRIL Y JAZMIN

¡ Bamos cachorros, sigan así, agarren bien fuerte a sus mamis y griten, arranquense todo, pateen, que ustedes pueden! Acá los estamos esperando, sobre todo Martina y Lucía, que hace trece meses atrás estaban en el mismo lugar haciendo lo mismo y por suerte hoy siguen igual.Besos a los cinco, y ustedes dos preparense...esto recién empieza. Pau

¡ POR DIOS! Encuentro viernes 7 de septiembre


Chicas: en ves de contestarles una por una, ya directamente publico acá y listo, ésto en vez de un espacio para contar historias se convirtió en un correo generalizado y dada mi poca paciencia para escribir, por algo soy la que dicta, me viene bien. La cuestión es que nadie puede encontrarse este viernes 31, entonces pasa a viernes 7 de septiembre y así todas contentas.Les paso la dirección vía mail eso si a cada una.

A Magui y Gaby; me encantó la historia de la rana, pero el problema es que le pusieron a Juan Carlos y deberían haber probado con María Marta para convivir, seguro que la hubieran pasado mejor, y hasta al cabo de varias inseminaciones hubieran tenido un par de ranitas más( convirtiéndolas a ustedes en abuelas ).Besos a todas. Pau

domingo, 26 de agosto de 2007

¡Otra propuesta de encuentro!

Adhiriendo a la propuesta de Roma, que es funcional a mi propia idea, proponemos un cambio para el encuentro: podríamos hacerlo en casa, el viernes próximo, como a las 20.00'. Pedimos unas pizzas, Tatito juega en el semi pelotero con las gordas (que ocupa medio living) y en la otra mitad, charlamos, nos vamos conociendo un poco y vemos qué se puede armar, en el caso de que algo sea posible. Esto, sin descartar otras búsquedas, pero como para empezar por algún lado posible, más doméstico.
Lo que no se me ocurre es cómo pasarles dirección y teléfono sin publicarlos en este medio, por obvias razones. Piensen y digan o manden mails particulares, que me parece el modo más potable. Besos y confirmen presencia.

sábado, 25 de agosto de 2007

El martes encuentro?


Hola chicas:

Magui averiguó por nuestro encuento en, valga la redundancia La Casa del Encuentro, ellas se reúnen los 2º y 4º martes de cada mes, y caería este 28. El lugar es en Rivadavia 3917 y el te. 49822550, no sé bien el horario, creo que 20.30 hs. Me parecen bastante piolas los temas hay que ver como y desde donde los tratan, pero tendríamos que ir para ver que pasa. Nosotras tenemos pensado ir, si quieren confirmen y nos encontraríamos en la puerta 5' antes así entramos juntas, soy un poco insegura.

Ana no está muy convencida, pero acompaña, creo que tenemos que ir metiendonos por todos lados y probar, nuestros piojos lo valen .

viernes, 24 de agosto de 2007

De regreso de la charla


Llegamos a casa casi con desesperación, es que era nuestra primera vez, y la de ellas claro. Nunca nos habíamos ido de casa dejándolas despiertas y sin comer, de eso se ocuparon los abuelos (maternos obvio). Por supuesto yo fantaseaba con lo peor mi cabeza pivoteaba entre traumatismo de cráneo y muerte por asfixia, Ana me decía, quedate tranquila si pasa algo nos van a llamar, entonces yo pensaba es al revés no nos llaman porque ya deben estar internadas. Por fin cuando llegamos a casa todo estaba en calma y mis viejos tirados en el sofá del living re tranquilos tomandole todo el vino a Ana (tesoro más preciado), las nenas dormían y por suerte mi locura se puso a descanzar, por un rato.
Ahora soy yo y, lo mejor es que la que dicta, la de las letras de colores ya dijo lo que quería, de modo que hoy no dicta y se fue a seguir con su vocación de pelusita que, como remolino, mueve la casa entera a la una y media de la mañana.
La charla: nada nuevo, nada que no hubiésemos leído e incluso comentado entre nosotras con suficiente tranquilidad (cosa que en la charla misma no tuvimos a fuerza de tener que escucharla sin ver, sentadas en el suelo, frente a la ruidosa cafetera); sin embargo, fue bueno haber ido y, en todo caso, lo lamentable fue tener que escuchar las preguntas, y no preguntas del auditorio. Pero las soportamos estoicamente porque sabíamos que se venía el encuentro con las bloggeras. Las primeras que reconocí con claridad fueron Gusa y Oruga; además, supe cuál era quien (que no es poco, ni ningún mérito, porque Gusa es la clásica lectora de Cortázar y Oru bien podría ser La Maga; de Juan, sólo tengo la certeza que no se puso los pantaloncitos amarillos por lo menos para este encuentro). Después, Magui, Moni, Gaby y otras chicas de las que recuerdo con detalle las historias pero de ningún modo los nombres; la labilidad de mi memoria para ciertas cosas es, a veces, un poco extraña. La síntesis de la charla, mañana con menos sueño (para Ana de Alejandro, cuyo apellido no deja de parecerme una ironía dada su elección de objeto de amor); la cita, un poco etérea para mi gusto, quedó anotada en el agua: un martes en La casa del encuentro, un jueves en La de la Mujer o un mediodía de febrero en la nuestra (en ninguna de las posibilidades se nombró el año, pero se sabe, las chicas como nosotras salimos despacito al mundo). Sin embargo, una escapada del ropero y un secreto fundamental quedaron entregados y, para nosotras, no es poca cosa. Hasta mañana, que descansen...

domingo, 19 de agosto de 2007

¡¡Lloraron en disconformidad!!


Sí, Martina y Lucía lloraron, gritaron, berrearon en disconformidad, tal como yo sabía que sucedería. Se portaron realmente mal; hubo necesidad de pasarlas de brazo en brazo, de darles objetos varios para que se entretuvieran y se dejaran de irrumpir en el silencio de tan íntima ceremonia. Fue muy íntima, sólo para ellas y sin misa, en un horario sin público parroquiano. La iglesia enorme y helada porque éramos sólo un puñado que no llegamos a ocupar más que los cuatro primeros bancos de cada lado.

Sin embargo, lo confieso con humildad, me emocioné en un par de momentos: el primero fue en el aplauso que parecía final pero no fue (todo se hizo eterno), justo cuando Pau vino a mi lado, feliz y me abrazó fuerte y me dijo algo que no quiero compartir. El segundo, cuando el diácono encargado de llevar adelante semejante evento nombró a "las mamás" y bendijo a nuestra familia ¡la puta! pensé. Y hubo otro momento de emoción fuerte, fue cuando llegamos a casa y nos quedamos las cuatro solas y miramos la tarde de hoy para atrás y pensamos que no había faltado nadie: los dos abuelos, las dos abuelas, el tío, las dos tías (las madrinas), los padrinos, los primitos y primitas (que también se portaron mal, en consonancia con sus primas, víctimas del agua fría) y varios amigos. No todos son católicos ni a todos les parecía bien el rito; a algunos les quedaba lejos la iglesia y a otros les cortaba el fin de semana largo... Entonces dijimos, qué grande esto que construimos y qué bueno para ellas que tengan este enorme familión que se desplaza entero y sin ausencias al ritmo de su convocatoria, van a tener buenas raíces para sentirse amadas, protegidas y seguras... y eso sólo me llenó de felicidad.

¡Hoy, bautismo!


Muy a mi pesar, y que esto quede claro, hoy bautizan a Martina y Lucía. Yo digo que llorarán en disconformidad... tal vez, no. Lo cierto es que hay ceremonia religiosa, qué sé yo... según Pau van a estar más protegiditas; yo probaría dejar de trabajar para demostrarle que no es cierto. Pero bueh: abuelas y abuelos de ambas partes contentísimos, tías, tíos, todos... Es lo que la antropología llama rito de paso, todas las sociedades los tienen y así, las personas viven más tranquilas teniendo todo ordenado, y el tiempo ¡El Tiempo! estructurado. Yo hubiera preferido un rito de paso que no fuese religioso, con el festejo del cumpleaños me bastaba. Pero acá estamos: a punto del agua bautismal. Y me la banco. De todos modos, se aceptan condolencias.

sábado, 18 de agosto de 2007

¡¡Nos vamos encontrando!!


Sí, parece que nos vamos encontrando. Ya somos como cinco familias con chicos, chicas y bebés acá y en camino. Está bueno, así tiene sentido esta página. El primer encuentro, sólo de mamás, puede darse en la charla del jueves, en la APA (vean Un chivo, más abajo); pero después, ¡se vienen las pizzas! Le tenemos que ir dando forma a esto para que cada uno de nuestros hijos conozca a otros chicos que, como ellos, tienen dos mamás... y se las bancan!!

Importante! Tengo una versión, muy extraoficial, pero como es hermosa, la largo: Santi está un poquito mejor, parece que lo sacaron de lo que en Neo se llama la Isla y está en un sector, también de cuidados intensivos, pero menos aislado. ¡¡¡Buenísimo, Guerrero, siga así que acá lo estamos esperando para jugar!!!

jueves, 16 de agosto de 2007

Santiago, Abril y Jazmín.


Ahora soy yo, la marrón, la que escribe, Ana. Pau es la de los textos de colores y las cotidianas, la de la belleza y ciertos cuidados. Ahora soy yo, pero las dos (porque cuando yo escribo ella dicta) queremos empezar por brindar por Andre y Sil... y más aún, por sus tres guerreros que, mientras nosotras escribimos, la pelean y la pelean. Esta noche, entonces, vaya mi último pensamiento lindo para esa linda familia que transita unos espacios que nosotras bien conocimos y jamás olvidaremos.

Estamos para lo que necesiten acá, como las manos de Dalí, para escribirnos unas a las otras cada vez que sea necesario.

miércoles, 15 de agosto de 2007

Malas costumbres


Como es habitual en mí, cada vez que descubro algo nuevo en mi vida que me gusta me vuelvo totalmente compulsiva hasta llegar al hartazgo por supuesto. En alguna época fue el cubo mágico, pasaba horas y horas dándole vueltas a ese cubito y nunca llegaba a hacer más de tres caras con suerte, en otra época fue el solitario, también armaba rompecabezas, hasta que llegó el tetris que superó ampliamente mis records de autismo, tambien se me dió por tejer, tejía bufandas de todos los tamaños y colores. Ya embarazada, Ana apareció un día (ya no sabía qué hacer para entretenerme) con un telar de mesa y así la tarada pasaba horas y horas empollando y haciendo caminitos tejidos para todo tipo de mesas y mesitas de la casa hasta que obviamente terminaban hartándome y detestaba todas sus formas y colores.

Hoy mi nueva compulsión es meterme de blog en blog, tratando de encontrar la mayor cantidad de historias parecidas a la nuestra hasta que formemos una red interconectada de locas contándonos cosas. Esto no sería nada si le agregamos que cada noche adquirimos una nueva costumbre que sólo atenta contra la eterna promesa de empezar una vida mas sana. Al principio sentadas frente a la compu, luego de cenar (las nenas ya duermen) le tomaba un trago de la copa de vino de Ana, ahora nos traemos la botella entera, luego nos comíamos un chocolate, ahora por supuesto, no nos alcanza con la barrita de Felford, conseguimos la tableta entera; hoy nos quedamos sin encendedor y no hay fuego en toda la casa, así que fumamos alternativamente sin que quede nunca un cigarrillo apagado. Como verán vamos bien encaminadas hacia la máscara de oxígeno o el cáncer de pulmón. Uy, llora Lucía voy a ponerle el chupete y a decirle que todo está muy bien.

martes, 14 de agosto de 2007

A las escondidas




Me gusta jugar. Debo aclararlo; pero este juego de las escondidas me gusta particularmente y desde muy chica. Esa sensación de salir corriendo, en estampida y llegar a la piedra y "librar para todos mis compa" ¡Qué lindo! Pero no imaginé que ahora, ya crecida, este juego casi milenario iba a resurgir con tanta fuerza. ¡Piedra Libre para Dos Mamás! Así es lo que va sucediendo y, entonces, como en el juego nos vamos encontrando y reconociendo y sabiéndonos muchas y con deseos parecidos. Ahora llueve la tormenta anunciada y la que dicta está harta de mis vueltas. Le paso el teclado, sigue Pau. Pero que se sepa, estoy muy contenta por este encuentro paulatino y continuo. Propongo nuestra casa para las pizzas anunciadas y vayan viniendo, tranquilas, que nos vamos a arreglar muy bien.
POR FIN!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Ana siempre me dice que escriba, pero la carrera hasta la computadora todas las noches me la gana ella.No se por qué yo siempre me encuentro con mas obstácuulos, despues de darles de comer a Martina y a Lucia, tarea que compartimos, las acostamos y mientras les cuenta los cuentos de cada noche, tarea que le puede llevar media hora, empieza mi carrera con obstáculos. Levanto toda la ropa sucia del piso, preparo la del día siguiente, junto los setecientos ochenta y nueve juguetitos que desparramaron por toda la casa, entre ellos una zapatilla azul que el perro ( también tenemos perro, qué esperaban) se había robado a la tarde y que estuve buscando como una desquiciada , revoleo los platos sucios en la pileta, en el medio me doy cuenta que va a llover, saco la ropa, qué estupida no puse el lavarropas, lo pongo, preparo las mamaderas con agua para la mañana porque tan temprano no nos da la cabeza a ninguna de las dos, mientras el perro me sigue en cada uno de mis movimientos de un lado al otro como un tarado, ah, ya sé, me olvidé de darle de comer pobre, le doy , me voy a bañar y no hay jabón, no importa mañana lo anoto en la lista de las compras que Dios sabe cuándo haremos, después de dos horas interminables Ana me dice: ¿Y? ¿Qué hacés? ¿Venís? ¿Dónde mierda querés que vaya? ...

¡Un chivo!





Hola, nos mandaron un comentario con esta invitación y creemos que puede ser interesante asistir. Nosotras trataremos de hacerlo, si no ambas, una de las dos. Está bueno no dejar un espacio de participación vacío, en el que podemos pensar, conocernos y compartir experiencias. Nuestro camino como familias es bastante nuevo fuera del ropero, en nuestro país y, se sabe, se hace camino al andar... con otros. A nuestros hijos e hijas les falta insertarse en la escuela, que el simpático del almacenero los encuentre solos y los indague con la sutileza de un elefante (que debo reconocer, leí que no es poca), en fin, salir del nido. Pretendemos mejorarles el camino todo cuanto podamos... pero también, por las dudas, calzarlas con buenas zapatillas ¡Ahí va el chivo prometido!:



Asociación Psicoanalítica Argentina Rodríguez Peña 1674, Ciudad Autónoma de Buenos Aires. EncuentroCapítulo de Bioética y Psicoanálisis. Coordinadora: Dra.Alicia Losoviz. Capítulo de Psicoanálisis y Medicina Reproductiva. Coordinadoras: Lic. Silvia Jadur - Lic. Graciela Faiman.



Jueves 23 de Agosto 2007 a las 20,45hs. Tema: "Familias Homoparentales"

lunes, 13 de agosto de 2007

Día del Niño


Lucía y Martina disfrutaron, por primera vez en sus vidas del Día del Niño. Estuvieron con abuelas, abuelos, tías, tíos, primos y amigos. Pasearon a caballo, miraron títeres, comieron torta de golosinas y recibieron regalos. Es que este amplio y, a la vez, pequeño mundo familiar las ama, las respeta, las protege. Las acepta así, con sus lindos ojos, sus manos inquietas, sus pasos aún temblorosos pero decididos, sus dos mamás.

¡Ah! ¡Lo olvidábamos!



  • Recién empezamos en este trajín de contar. Lo seguiremos haciendo durante algún tiempo, o eso creemos.

  • Queremos salir, a nuestro modo, del ropero para que se sepa que somos mucho más que dos (¿Les suena?).

  • Nos gustaría conocer a otras familias como la nuestra para que Martina y Lucía tengan algunos amigos que, como ellas, tienen dos mamás.

domingo, 12 de agosto de 2007

Trescientos kilómetros por un beso.


Pau y yo nos conocimos hace cuatro años en el trabajo y empezamos a hablar; hablábamos en las escaleras, en la calle, en la oficina (de escritorio a escritorio). Y después de trabajar seguíamos hablando por teléfono. Hablábamos sobre cuestiones laborales, personales, generales, existenciales y sobre los cambios climáticos, también. Y, tengo que decirlo, si no hubiese sido por ella (la que dicta) actualmente seguiríamos sólo hablando. Pero fue por ella que un día, uno cualquiera, uno más de los tantos en los que hablábamos (era sobre la vida, me lo acuerdo) sucedió lo que tenía que suceder: me invitó a ver el mar. Ahí nomás nos fuimos, sin mucho preparativo, sin ninguno, el mate estaba en el auto (costumbre que conservamos), también los cigarrillos (hábito que dejamos desde la concepción de nuestras hijas); el tanque se podía llenar y la noche podía extenderse hasta las nueve de la mañana (ni un minuto más, so pena de quedar registrado el tarde en la ficha de entrada).

El destino era el mar, ya lo dije, así que nos daba lo mismo la playa que fuera; empezaba a correr la urgencia por llegar; si algo iba a suceder, seguro sería allí. Y sucedió: supimos que desde antes de salir estábamos muertas de amor. Llegamos al mar, la playa (no sabemos cuál) oscura, desértica, helada. Ya en la arena sólo un beso; el primero, el inicial y después, el regreso.

¡Bienvenidos y Bienvenidas!

¡Gracias por llegar hasta acá, queridos lectores! Y ya que llegaron, pasen y vean, y piensen y participen y recomienden el espacio. Somos dos mujeres que formamos una familia de la que nos sentimos orgullosas. Nunca tuvimos la necesidad de contársela a nadie porque nuestra intimidad no participa en Gran Hermano, no lo necesitamos, por suerte... hasta hoy.

Tenemos dos hermosas hijas, mellizas de un año, que concebimos con la ayuda de una técnica de fertilización asistida. Son maravillosas y nos sorprenden cada día con nuevos aprendizajes. Amadas, alegres, inteligentes. Si decidimos hacer, de algún modo, pública parte de nuestra intimidad es sólo porque sentimos, Pau y yo, la responsabilidad de trabajar para que en un par de años, cuando las nenas salgan de a poquito del nido, encuentren a mucha gente que respete sus historias y su familia.

Las familias que somos, no en tanto como parece, diferentes a la mayoría buscamos nuestro lugar en el mundo y (re)conocimiento.

Este intento, entonces, es el regalo del Día del Niño a nuestras hijas: el comienzo de un espacio desde el que pretendemos darnos a conocer para ayudar a pensar y a aceptar con indiferencia cotidiana. Gracias por estar de ese lado.