Ahora tenemos el alta médica de las dos... ya podemos vernos, amigas. Pero venimos de tres semanas en las que nuestras hijas destilaban energías, ganas de parque, jardín, amigos... y todo eso sin poder salir a ningún lugar cerrado para no propagar una peste, por cierto, bastante extendida.
Ya volvimos a la normalidad de dormir toda la noche y sin compartir cama con ellas ni por un minuto, de comer con gamas, de correr a la tranquera del jardín... brindamos por eso, con vino tinto, por supuesto.
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3 comentarios:
Qué fuerte! No quiero imaginarme con dos pequeñetes llenos deronchitas y comezón corriendo fastidiados por la casa. Debieron pasar largas horas de angustia!!!
Felicidades, eah pues la enhorabuena por haber salido con bien de semejante trance!
Ánimo a las mamás y a correr las cuatro!!
Besos llenos de salud!
Hola, nose si me pase antes, pero sigo este blog hace un tiempo.
Y por eso les quiero dar a las dos el premio al esfuerzo personal. Porque es increible lo que hacen con esas dos hermosuras.
Espero que lo pasen a buscar por mi blog. Besos
Eyyy!!!!... qué duro debe haber sido estas tres semana!!! me alegro saber de ustedes, de las nenas, y espero que estén más que bien!. Un cariño a las cuatro. Moni Ag.
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